lunes, 22 de diciembre de 2008

Paz a vosotros

(Los discípulos de Emaús) hallaron a los once reunidos,
y a los que estaban con ellos, que decían:
Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón.
Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido…
Mientras ellos aún hablaban de estas cosas,
Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros.
Lucas 24:33-36.

Paz a vosotros

¡Con qué sentimientos se reunirían los once discípulos y sus amigos en ese primer día de la semana! Dos días antes su Maestro y Señor había sido crucificado. Esa misma mañana unas mujeres habían contado que unos ángeles les habían anunciado: “Ha resucitado” (Lucas 24:6). A ellos les parecían locura las palabras de ellas (v. 11). Sin embargo, Pedro había visto en el sepulcro los lienzos que habían envuelto el cuerpo de Jesús, y más tarde el Señor mismo le había hablado.

También llegaron otros dos discípulos, maravillados por lo que acababan de experimentar. Ellos también habían visto al Señor, quien caminó a su lado. De repente Jesús mismo apareció en medio de ellos. Los saludó con unas palabras consoladoras y les dio pruebas de que no era un espíritu. Además, les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras.

El saludo del Señor va mucho más allá del sentido habitual y trivial que tiene en nuestros días. En Israel todavía se saluda con la palabra «Shalom»: ¡Paz! Para nosotros, los creyentes, es la palabra clave de la era de la gracia en la que vivimos. ¿Qué nos concede tal paz en cuanto al pasado y al presente? El hecho de que Jesús resucitó.

En cuanto al porvenir, su resurrección nos da plena seguridad: es el preludio de la nuestra.

El devocional diario, es editado por: "La Buena Semilla" 1166 Perroy (Suiza) © Copyright: Todos los derechos reservados. El texto enviado hoy es del día correspondiente al año pasado. El texto del día de hoy puede leerse en nuestra página: LaBuenaSemilla.net

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